La ley de la oferta y la demanda nos ha llevado a diseñar modelos productivos sin tener en cuenta el impacto que estos tienen a nivel social, medioambiental y económico. Vender más es el concepto de éxito instalado, pero ¿qué no hemos visto? ¿Por qué nos perdimos en este camino lineal sin diseñar el retorno?, nuestro modelo se está agotando…
Los modelos lineales consideran solamente el proceso de extracción, producción, uso y consumo sin tener en cuenta el impacto de cada etapa ni los residuos, como tampoco el destino de ese bien una vez que ya no se utiliza. Esto nos ha llevado a encender todas las alertas relacionadas con el cambio climático y desigualdad social, y comienzan a sonar conceptos como: huella ambiental, huella de carbono, huella ecológica, ecodiseño, energías renovables, huella hídrica, reciclaje, simbiosis industrial. Sin embargo… ¿realmente sabemos de qué estamos hablando?
Encuestas realizadas a nivel nacional demuestran que se están dando los primeros pasos hacia modelos de economía circular, entre otros, pero en todos los casos el nivel es incipiente y los avances no son significativos, considerándolos emergentes. Esto nos motiva a generar acciones de sensibilización y profundización que orienten la práctica de economía circular con mayor compromiso y conocimiento en este proceso de transición.
Contamos con el recurso más valioso: las personas. Tenemos la oportunidad de generar ese cambio impulsando una agenda activa que sensibilice y eduque, que aplique y demuestre las bondades del compromiso comunitario y colaborativo bajo el modelo de la economía circular.
¿Hay barreras? Sí, muchas, culturales, estructurales, de financiación e incentivos, pero avanzar nos desafía a reconocer las amenazas y potenciar el conocimiento y el compromiso hacia el único camino posible, la supervivencia de la raza Humana y el cambio de paradigma de la humanidad.
Pero ¿cómo educar? ¿cómo generar conciencia? ¿cómo hacerlo desde y para nuestra región?
Focalizándonos en el presente. Actores como gobierno, el sector de la economía social y solidaria, las ONG y empresas comprometidas cumplen un rol fundamental para impulsar la Economía Circular en sus lugares, como también la cooperación internacional, quienes han generado el mayor impulso al desarrollo y adopción de propuestas circulares en las naciones latinoamericanas.
Focalizándonos en el futuro. La transición hacia el cambio ya llegó, y viene a quedarse y como actores sociales nos preguntamos: ¿Como la transitamos?
A modo personal, considero que el cambio fundamental viene del poder de los consumidores, la capacidad de elección, de la conciencia que podamos desarrollar sobre estos temas, de cuánto nos involucramos en este cambio de paradigma, creando comunidad consciente y ética que permita visibilizar las acciones y puesta en valor, educándonos y adquiriendo experiencia concreta de aplicación. Es hora de pensar la extracción, la producción, el uso y consumo y el fin del producto con procesos de retorno, observando el triple impacto con aporte de valor.
¡Los acompañamos en este camino de oportunidades!
Licenciada en Administración de Empresas (FCE-UNC). Experta en estrategia de educación y capacitación innovativa. Especialista en economía circular. Consultora Internacional del cuarto sector; elaboración de estrategias sostenibles en organizaciones públicas o privadas. Presidenta Fundación Carbonell. Ha sido docente en la Facultad de Ciencias Económicas (UNC).
Desde el mes de agosto a octubre desde Aprender en Red llevaremos a cabo el “Ciclo de conversaciones: Nuevas economías. Impacto en la economía social y solidaria.”
¡Pronto te contaremos más novedades!